Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Santiago 5:5-14 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

5. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y habéis sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza.

6. Habéis condenado y dado muerte al justo, sin que él os opusiese resistencia.

7. Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia, hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.

8. Tened también vosotros paciencia; fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor se acerca.

9. Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez ya está a las puertas.

10. Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.

11. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto la finalidad del Señor, porque el Señor es muy misericordioso y compasivo.

12. Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.

13. ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.

14. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren ellos por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.

Leer capítulo completo Santiago 5