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Números 11:19-35 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

19. No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días,

20. sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y os sea aborrecible, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?

21. Entonces dijo Moisés: Hay seiscientos mil hombres de a pie en este pueblo en medio del cual yo estoy, y tú dices: Les daré carne, y comerán durante todo un mes.

22. ¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿O se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto?

23. Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra o no.

24. Y salió Moisés y dijo al pueblo las palabras de Jehová; y reunió a los setenta hombres de entre los ancianos del pueblo, y los reunió alrededor del tabernáculo.

25. Entonces Jehová descendió en la nube y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él y lo puso en los setenta varones ancianos; y aconteció que cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.

26. Y habían quedado en el campamento dos hombres, uno llamado Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, pero no habían ido al tabernáculo; y profetizaron en el campamento.

27. Y corrió un joven y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento.

28. Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés desde su juventud, y dijo: Señor mío Moisés, impídeselo.

29. Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? ¡Ojalá que todos los del pueblo de Jehová fuesen profetas, que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos!

30. Y volvió Moisés al campamento, él y los ancianos de Israel.

31. Y Jehová envió un viento que trajo codornices del mar y las dejó sobre el campamento, un día de camino de un lado, y un día de camino del otro lado, en derredor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra.

32. Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo en derredor del campamento.

33. Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió contra el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande.

34. Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.

35. De Kibrot-hataava el pueblo partió a Hazerot, y se detuvo en Hazerot.

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