Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Isaías 50:2-5 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

2. ¿Por qué cuando vine no apareció nadie y cuando llamé nadie respondió? ¿Acaso se ha acortado mi mano para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; convierto los ríos en desierto; sus peces hieden y mueren de sed por falta de agua.

3. Visto de oscuridad los cielos y hago como cilicio su cobertura.

4. Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabra oportuna al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.

5. Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde ni me volví atrás.

Leer capítulo completo Isaías 50