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Santiago 3:1-4 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

1. Hermanos míos, no ambicionen todos el llegar a ser maestros; deben saber que nosotros, los maestros, seremos juzgados con mayor severidad.

2. Todos, en efecto, pecamos con frecuencia. Ahora bien, quien no sufre ningún desliz al hablar, es persona cabal, capaz de mantener a raya todo su cuerpo.

3. Y si no, vean cómo conseguimos que nos obedezcan los caballos: poniéndoles un freno en la boca, somos capaces de dirigir todo su cuerpo.

4. Lo mismo los barcos: incluso los más grandes y en momentos de recio temporal, son gobernados a voluntad del piloto por un timón muy pequeño.

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