Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Jeremías 35:9-15 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

9. no construimos casas para habitarlas ni tenemos viñas ni campos para sembrar;

10. y habitamos en tiendas, obedeciendo y haciendo todo lo que nos mandó nuestro antepasado Jonadab.

11. Pero, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió el país, nos dijimos: «Vamos a Jerusalén para huir del ejército caldeo y del ejército arameo», y nos establecimos en Jerusalén.

12. Jeremías recibió la palabra del Señor en estos términos:

13. —Así dice el Señor del universo, Dios de Israel: Di a la gente de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ¿Nunca van a aprender la lección y a hacer caso a mis palabras? —oráculo del Señor—.

14. Jonadab, hijo de Recab, mandó a sus hijos que no bebieran vino y, cumpliendo su mandato, no lo han probado hasta el día de hoy. Ellos obedecieron el mandato de su antepasado, pero a mí, que les he hablado sin descanso, ustedes no me han hecho caso.

15. Les envié una y otra vez a mis siervos los profetas con este mensaje: «Que cada cual abandone su mala conducta y mejore sus acciones, y no vayan tras dioses extranjeros para darles culto, de ese modo habitarán la tierra que les di a ustedes y a sus antepasados». Pero no prestaron atención ni me hicieron caso.

Leer capítulo completo Jeremías 35