Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Malaquías 1:8-14 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

8. y que no hay nada malo en ofrecerme animales ciegos, cojos o enfermos.” ¡Id, pues, y llevádselos a vuestros gobernantes! ¡Ved si ellos os aceptan con gusto el regalo!

9. Ahora pues, pedidle a Dios que tenga compasión de vosotros. Pero si le hacéis esa clase de ofrendas, no esperéis que Dios os acepte con gusto. El Señor todopoderoso dice:

10. “¡Ojalá alguno de vosotros cerrara las puertas del templo, para que no volvierais a encender en vano el fuego de mi altar! Porque no estoy contento con vosotros ni voy a seguir aceptando vuestras ofrendas.

11. En todas las naciones del mundo se me honra; en todas partes queman incienso en mi honor y me hacen ofrendas dignas.

12. En cambio, vosotros me ofendéis, porque pensáis que mi altar, que es mi mesa, puede ser despreciado, y que es despreciable la comida que hay en él.

13. Decís: ‘¡Ya estamos cansados de todo esto!’, y me despreciáis. Y todavía suponéis que voy a alegrarme cuando venís a ofrecerme un animal robado o una res coja o enferma.

14. ¡Maldito sea el tramposo que me promete un animal sano de su rebaño y luego me sacrifica uno que tiene defecto! Yo soy el gran Rey, y soy temido entre las naciones.” Esto dice el Señor todopoderoso.

Leer capítulo completo Malaquías 1