8. Si ustedes obedecen el mandamiento más importante que Dios nos ha dado, harán muy bien. Ese mandamiento dice: «Recuerden que cada uno debe amar a su prójimo como se ama a sí mismo.»
9. Pero si ustedes les dan más importancia a unas personas, y las tratan mejor que a otras, están pecando y desobedeciendo la ley de Dios.
10. Si ustedes obedecen todas las leyes, menos una de ellas, es lo mismo que si desobedecieran todas.
11. Porque el mismo Dios que dijo: «No sean infieles en su matrimonio», también dijo: «No maten». Por eso, si tú eres fiel en el matrimonio, pero matas, eres culpable de haber desobedecido la ley de Dios.