Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

San Mateo 22:2-21 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

2. «En el reino de Dios pasa lo mismo que cuando un rey hizo una fiesta para celebrar la boda de su hijo.

3. El rey envió a sus sirvientes para que llamaran a los invitados a la fiesta. Pero los invitados no quisieron ir.

4. Entonces el rey envió a otros sirvientes con este mensaje: “La comida ya está lista. He mandado preparar la carne de mis mejores terneros. ¡Vengan a la fiesta!”

5. »Pero los invitados no hicieron caso, y cada uno se fue a hacer otras cosas. Uno fue a ver sus terrenos, otro fue a atender su negocio,

6. y los otros agarraron a los sirvientes del rey y los mataron a golpes.

7. »El rey se enojó mucho, y envió a sus soldados para que mataran a esos invitados y quemaran la ciudad donde vivían.

8. Luego, el rey dijo a sus sirvientes: “La fiesta de bodas está lista, y aquellos invitados no merecían venir.

9. Vayan por las calles, e inviten a todos los que encuentren para que vengan a la fiesta de bodas.”

10. »Los sirvientes fueron a las calles de la ciudad e invitaron a muchas personas, unas malas y otras buenas; y así el salón de la fiesta se llenó de invitados.

11. »Cuando el rey entró al salón para conocer a los invitados, vio a uno que no estaba bien vestido para la fiesta,

12. y le dijo: “¡Oye, tú! ¿Cómo hiciste para entrar, si no estás vestido para la fiesta?”»Pero él no contestó nada.

13. Entonces el rey les ordenó a sus sirvientes: “Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad; allí la gente llora y rechina de terror los dientes.”

14. »Esto pasa porque son muchos los invitados a participar en el reino de Dios, pero son muy pocos aquellos a los que Dios acepta.»

15. Un día, los fariseos se reunieron y decidieron ponerle una trampa a Jesús, para hacer que dijera algo malo.

16. Mandaron a algunos de sus seguidores, junto con unos partidarios del rey Herodes, para que dijeran a Jesús:—Maestro, sabemos que siempre dices la verdad. Tú le enseñas a la gente que debe obedecer a Dios en todo. No te importa lo que digan los demás acerca de tus enseñanzas, porque tú no hablas para quedar bien con ellos.

17. Dinos ahora qué opinas: ¿Está bien que le paguemos impuestos al emperador de Roma, o no?

18. Pero como Jesús conocía las malas intenciones que tenían, les dijo:—¡Hipócritas! ¿Por qué quieren ponerme una trampa?

19. Muéstrenme una de las monedas que se usan para pagar el impuesto.Entonces le trajeron una moneda de plata,

20. y Jesús les preguntó:—¿De quién es la imagen que está en la moneda? ¿De quién es el nombre que tiene escrito?

21. Ellos contestaron:—Del emperador romano.Jesús les dijo:—Pues denle al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios.

Leer capítulo completo San Mateo 22