Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

San Mateo 12:37-50 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

37. Dios juzgará a cada uno de acuerdo con sus palabras: si dijeron cosas buenas se salvarán, pero si dijeron cosas malas serán castigados.»

38. Entonces algunos fariseos y maestros de la Ley le dijeron a Jesús:—Maestro, queremos que hagas algo que nos demuestre que tú fuiste enviado por Dios.

39. Pero Jesús les contestó:—Ustedes, que son malos y no confían en Dios, me piden darles una prueba. Pero la única prueba que les daré será la del profeta Jonás:

40. Así como Jonás estuvo dentro del gran pez tres días y tres noches, así yo también, el Hijo del hombre, estaré dentro de la tumba tres días y tres noches.

41. En el juicio final, la gente de la ciudad de Nínive se levantará y hablará contra ustedes para que Dios los castigue. Porque esa gente sí cambió de vida cuando oyó el mensaje que le anunció Jonás. Pero ustedes oyen mi mensaje y no cambian, aunque yo soy más importante que Jonás.

42. »La reina del Sur también se levantará en el día del juicio, y hablará contra ustedes. Porque ella vino desde muy lejos a escuchar las sabias enseñanzas del rey Salomón. Pero ustedes no quieren escuchar mis enseñanzas, aunque yo soy más importante que Salomón.

43. »Cuando un espíritu malo sale de alguien, anda por el desierto buscando donde descansar.

44. Al no encontrar ningún lugar, dice: “Mejor regresaré a mi antigua casa y volveré a vivir en ella”. Cuando regresa, la encuentra desocupada, limpia y ordenada.

45. Entonces va y busca a otros siete espíritus peores que él, y todos ellos entran en aquella persona y se quedan a vivir allí. ¡Y esa pobre persona termina peor que cuando sólo tenía un espíritu malo! Esto mismo va a pasarles a ustedes, porque son muy malos.

46. Mientras Jesús seguía hablando con la gente, su madre y sus hermanos llegaron a donde él estaba y lo esperaron afuera, pues querían hablar con él.

47. Entonces alguien le dijo a Jesús:—Tu madre y tus hermanos están afuera, y quieren hablar contigo.

48. Pero él le preguntó:—¿Quiénes son en verdad mi madre y mis hermanos?

49. Jesús señaló entonces a todos sus discípulos y les dijo:

50. —Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que obedece los mandamientos de mi Padre que está en el cielo, es en verdad mi madre, mi hermano y mi hermana.

Leer capítulo completo San Mateo 12