36. Recuerden que el Espíritu Santo dijo lo siguiente a través de David:“Dios le dijo a mi Señor el Mesías:‘Siéntate a la derecha de mi trono,hasta que yo derrote a tus enemigos.’”
37. »A ver, explíquenme: ¿Por qué el rey David llama Señor al Mesías? ¿Cómo puede el Mesías ser su descendiente? ¡Hasta David lo considera más importante que él mismo!»Había allí mucha gente, y todos escuchaban a Jesús con agrado.
38. Jesús siguió enseñando y les dijo:«¡Cuídense de los maestros de la Ley! A ellos les gusta vestirse como gente importante, y que en el mercado los saluden con mucho respeto.
39. Cuando van a una fiesta o a la sinagoga, les gusta ocupar los mejores asientos.