7. El rey Herodes Antipas se enteró de todo lo que estaba sucediendo, y se preocupó mucho porque algunas personas decían que Juan el Bautista había resucitado.
8. Otros decían que había aparecido el profeta Elías, o que había resucitado alguno de los antiguos profetas.
9. Pero Herodes dijo: «¿Quién será este hombre, del que tanto se oye hablar? No puede ser Juan el Bautista, porque yo mismo ordené que lo mataran.»Por eso, Herodes tenía mucho interés en conocer a Jesús.
10. Cuando los doce apóstoles regresaron, le contaron a Jesús todo lo que habían hecho. Luego Jesús los llevó al pueblo de Betsaida, pues quería estar a solas con ellos.
11. Pero tan pronto como la gente se dio cuenta de que Jesús se había ido a Betsaida, lo siguió.Jesús recibió amablemente a toda la gente, y empezó a hablarles acerca del reino de Dios. También sanó a los enfermos.
12. Cuando ya empezaba a oscurecer, los doce apóstoles fueron a decirle a Jesús:—Envía a esta gente a los pueblos y caseríos cercanos, a buscar un lugar donde puedan comprar comida y pasar la noche. ¡Aquí no hay nada!
13. Jesús les dijo:—Denles ustedes de comer.Pero ellos respondieron:—Sólo tenemos cinco panes y dos pescados. Si fuéramos a dar de comer a toda esta gente, tendríamos que ir a comprar comida,
14. pues hay más de cinco mil personas.Pero Jesús les dijo:—Hagan que la gente se siente en grupos de cincuenta.
15. Los discípulos hicieron lo que Jesús les ordenó.
16. Entonces Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo y los bendijo. Luego los partió y dio los pedazos a los discípulos, para que ellos los repartieran entre la gente.
17. Todos comieron y quedaron satisfechos. Y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas.
18. En una ocasión, Jesús estaba orando solo, y sus discípulos llegaron al lugar donde él estaba. Jesús les preguntó:—¿Qué dice la gente acerca de mí?
19. Los discípulos contestaron:—Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros dicen que eres el profeta Elías; otros dicen que eres alguno de los profetas antiguos, que ha resucitado.
20. Después Jesús les preguntó:—¿Y ustedes qué opinan? ¿Quién soy yo?Pedro contestó:—Tú eres el Mesías que Dios envió.
21. Pero Jesús les ordenó a todos que no le contaran a nadie que él era el Mesías.
22. Jesús también les dijo a sus discípulos: «Yo, el Hijo del hombre, voy a sufrir mucho. Los líderes del país, los sacerdotes principales y los maestros de la Ley me rechazarán y me matarán; pero tres días después resucitaré.»
23. Después Jesús les dijo a todos los que estaban allí:«Si alguno quiere ser mi discípulo, tiene que olvidarse de hacer lo que quiera. Tiene que estar siempre dispuesto a morir y hacer lo que yo mando.
24. Si alguno piensa que su vida es más importante que seguirme, entonces la perderá para siempre. Pero el que prefiera seguirme y elija morir por mí, ése se salvará.
25. De nada sirve que una persona sea dueña de todo el mundo, si al final se destruye a sí misma y se pierde para siempre.
26. »Si alguno se avergüenza de mí y de mis enseñanzas, entonces yo, el Hijo del hombre, me avergonzaré de esa persona cuando venga con todo mi poder, y con el poder de mi Padre y de los santos ángeles.