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San Lucas 8:8-26 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

8. El resto de las semillas cayó en buena tierra. Las plantas nacieron, crecieron y produjeron espigas que tenían hasta cien semillas.»Después, Jesús dijo con voz muy fuerte: «¡Si ustedes en verdad tienen oídos, pongan mucha atención!»

9. Luego, los discípulos le preguntaron:—¿Qué significa ese ejemplo que contaste?

10. Jesús les respondió:—A ustedes les he explicado los secretos acerca del reino de Dios. Pero a los demás sólo les enseño por medio de ejemplos. Así, aunque miren, no verán, y aunque oigan, no entenderán.

11. »El ejemplo significa lo siguiente: Las semillas representan el mensaje de Dios.

12. Las que cayeron en el camino representan a los que oyen el mensaje, pero cuando viene el diablo hace que se les olvide, para que ya no crean ni reciban la salvación que Dios les ofrece.

13. Las semillas que cayeron entre piedras representan a los que reciben el mensaje con alegría. Pero, como no lo entienden bien, en cuanto tienen problemas dejan de confiar en Dios.

14. Las semillas que cayeron entre espinos representan a los que oyen el mensaje, pero no dejan que el mensaje cambie sus vidas, pues viven preocupados por tener más dinero y por divertirse.

15. Las semillas que cayeron en buena tierra representan a los que oyen el mensaje de Dios y lo aceptan con una actitud obediente y sincera. Estos últimos se mantienen firmes, y sus acciones son buenas.

16. »Nadie enciende una lámpara para taparla con una olla, o para ponerla debajo de la cama. Más bien, la pone en un lugar alto, para que alumbre a todos los que entran en la casa.

17. Porque todo lo que esté escondido se descubrirá, y todo lo que se mantenga en secreto llegará a conocerse.

18. »Por eso, presten mucha atención, porque a los que saben algo acerca de los secretos del reino se les contarán muchísimas cosas más. Pero a los que no saben nada de los secretos del reino, Dios les hará olvidar hasta lo que creen saber.»

19. La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero no podían llegar hasta donde él estaba porque mucha gente lo rodeaba.

20. Entonces alguien le dijo a Jesús:—Tu madre y tus hermanos están afuera, y quieren hablar contigo.

21. Jesús contestó:—Mi madre y mis hermanos son todos aquellos que escuchan y obedecen el mensaje de Dios.

22. Un día, Jesús subió a una barca con sus discípulos, y les dijo: «Vamos al otro lado del lago». Entonces partieron,

23-24. y mientras navegaban Jesús se quedó dormido. De pronto se desató una tormenta sobre el lago, y el agua empezó a meterse en la barca. Los discípulos, al ver el grave peligro que corrían, a gritos despertaron a Jesús:—¡Maestro, Maestro, nos hundimos!Jesús se levantó, y ordenó al viento y a las olas que se calmaran. Y así fue; todo quedó tranquilo.

25. Luego les dijo a los discípulos:—¡Ustedes no confían en mí!Pero ellos estaban tan asustados y asombrados que se decían: «¿Quién es este hombre, que hasta el viento y las olas lo obedecen?»

26. Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del lago, a la región de Gerasa.

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