30. Si alguien les pide algo, dénselo. Si alguien les quita algo, no le pidan que lo devuelva.
31. Traten a los demás como les gustaría que los demás los trataran a ustedes.
32. »Si sólo aman a la gente que los ama, no hacen nada extraordinario. ¡Hasta los pecadores hacen eso!
33. Y si sólo tratan bien a la gente que los trata bien, tampoco hacen nada extraordinario. ¡Hasta los pecadores hacen eso!
34. Si ustedes les prestan algo sólo a los que pueden darles también algo, no hacen nada que merezca ser premiado. Los pecadores también se prestan unos a otros, esperando recibir muchas ganancias.
35. »Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio. Si lo hacen, el Dios altísimo les dará un gran premio, y serán sus hijos. Dios es bueno hasta con la gente mala y desagradecida.
36. Ustedes deben ser compasivos con todas las personas, así como Dios, su Padre, es compasivo con todos.»
37. Jesús también les dijo:«No se conviertan en jueces de los demás, y Dios no los juzgará a ustedes. No sean duros con los demás, y Dios no será duro con ustedes. Perdonen a los demás y Dios los perdonará a ustedes.
38. Denles a otros lo necesario, y Dios les dará a ustedes lo que necesiten. En verdad, Dios les dará la misma medida que ustedes den a los demás. Si dan trigo, recibirán una bolsa llena de trigo, bien apretada y repleta, sin que tengan que ir a buscarla.»
39. Jesús también les puso esta comparación:«Un ciego no puede guiar a otro ciego, porque los dos caerían en el mismo hueco.
40. El alumno no sabe más que su maestro; pero, cuando termine sus estudios, sabrá lo mismo que él.