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San Lucas 5:20-31 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

20. Cuando Jesús vio la gran confianza que aquellos hombres tenían en él, le dijo al enfermo: «¡Amigo, te perdono tus pecados!»

21. Los maestros de la Ley y los fariseos pensaron: «¿Y éste quién se cree que es? ¡Qué barbaridades dice contra Dios! ¡Sólo Dios puede perdonar pecados!»

22. Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les preguntó: «¿Por qué piensan así?

23. Díganme: ¿qué es más fácil? ¿Perdonar a este enfermo, o sanarlo?

24. Pues voy a demostrarles que yo, el Hijo del hombre, tengo autoridad aquí en la tierra para perdonar pecados.»Entonces le dijo al hombre que no podía caminar: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.»

25. En ese mismo instante, y ante la mirada de todos, el hombre se levantó, tomó la camilla y se fue a su casa alabando a Dios.

26. Todos quedaron admirados y llenos de temor, y comenzaron a alabar a Dios diciendo: «¡Qué cosas tan maravillosas hemos visto hoy!»

27. Después de esto, Jesús se fue de aquel lugar. En el camino vio a un hombre llamado Mateo, que estaba cobrando impuestos para el gobierno de Roma. Jesús le dijo: «Sígueme».

28. Mateo se levantó, dejó todo lo que tenía, y lo siguió.

29. Ese mismo día, Mateo ofreció en su casa una gran fiesta en honor de Jesús. Allí estaban comiendo muchos cobradores de impuestos y otras personas.

30. Algunos fariseos y maestros de la Ley comenzaron a hablar contra los discípulos de Jesús, y les dijeron:—¿Por qué comen ustedes con los cobradores de impuestos y con toda esta gente mala?

31. Jesús les respondió:—Los que necesitan del médico son los enfermos, no los que están sanos.

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