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San Lucas 20:8-22 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

8. Jesús les dijo:—Pues yo tampoco les diré quién me da autoridad para hacer todo esto.

9. Jesús le puso a la gente este ejemplo:«El dueño de un terreno sembró una viña, luego la alquiló y se fue de viaje por largo tiempo.

10. Cuando llegó la época de la cosecha, envió a un sirviente para pedir la parte que le correspondía. Pero los hombres que alquilaron la viña golpearon al sirviente y lo enviaron con las manos vacías.

11. »El dueño envió a otro sirviente, pero también a éste lo golpearon, lo insultaron y lo enviaron sin nada.

12. Luego envió a otro, y a éste también lo hirieron y lo echaron fuera de la viña.

13. »Finalmente, el dueño se puso a pensar: “¿Qué puedo hacer?” Y se dijo: “Ya sé; enviaré a mi hijo que tanto quiero. Estoy seguro que a él sí lo respetarán.”

14. »Cuando aquellos hombres vieron que había llegado el hijo del dueño, se dijeron unos a otros: “Este muchacho es el que recibirá la viña cuando el dueño muera. Vamos a matarlo; así nos quedaremos con el terreno.”

15. »Entonces agarraron al muchacho, lo sacaron del terreno y lo mataron.»Después Jesús preguntó:—¿Qué piensan ustedes que hará el dueño con aquellos hombres?

16. Seguramente, cuando regrese, los matará y luego entregará la viña a otras personas.Cuando la gente oyó eso, dijo:—¡Eso, jamás!

17. Jesús miró a todos y les dijo:—Entonces, cuando la Biblia dice:“La piedra que rechazaronlos constructores del temploes ahora la piedra principal”,»¿qué quiso decir con eso?

18. Porque todo el que caiga sobre esa piedra quedará hecho pedazos. Y si la piedra cae sobre alguien, lo dejará hecho polvo.»

19. Los sacerdotes principales y los maestros de la Ley se dieron cuenta de que Jesús los estaba comparando con los hombres malos que alquilaron la viña. Entonces quisieron apresar a Jesús en ese mismo instante, pero no se atrevieron porque le tenían miedo a la gente.

20. Los enemigos de Jesús querían arrestarlo y entregarlo al gobernador romano. Pero, como no tenían de qué acusarlo, enviaron a unos espías para que se hicieran pasar por personas buenas y vigilaran en qué momento Jesús decía algo malo.

21. Los espías le dijeron a Jesús:—Maestro, sabemos que siempre dices la verdad. Tú enseñas que todos deben obedecer a Dios, y tratas a todos por igual.

22. Por eso te preguntamos: ¿Está bien que paguemos impuestos al emperador de Roma, o no?

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