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San Lucas 2:23-31 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

23. Así lo ordenaba la ley que dio Moisés: «Cuando el primer niño que nace es un varón, hay que dedicárselo a Dios.»

24. La ley también decía que debían presentar, como ofrenda a Dios, dos pichones de paloma o dos tórtolas.

25. En ese tiempo había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que obedecía a Dios y lo amaba mucho. Vivía esperando que Dios libertara al pueblo de Israel. El Espíritu Santo estaba sobre Simeón,

26. y le había dicho que no iba a morir sin ver antes al Mesías que Dios les había prometido.

27. Ese día, el Espíritu Santo le ordenó a Simeón que fuera al templo.Cuando los padres de Jesús entraron en el templo con el niño, para cumplir lo que mandaba la ley,

28. Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios diciendo:

29. «Ahora, Dios mío,puedes dejarme morir en paz.»¡Ya cumpliste tu promesa!

30. »Con mis propios ojoshe visto al Salvador,

31. a quien tú enviastey al que todos los pueblos verán.

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