6. Ellos le hicieron esa pregunta para ponerle una trampa. Si él respondía mal, podrían acusarlo. Pero Jesús se inclinó y empezó a escribir en el suelo con su dedo.
7. Sin embargo, como no dejaban de hacerle preguntas, Jesús se levantó y les dijo:—Si alguno de ustedes nunca ha pecado, tire la primera piedra.
8. Luego, volvió a inclinarse y siguió escribiendo en el suelo.
9. Al escuchar a Jesús, todos empezaron a irse, comenzando por los más viejos, hasta que Jesús se quedó solo con la mujer.
10. Entonces Jesús se puso de pie y le dijo:—Mujer, los que te trajeron se han ido. ¡Nadie te ha condenado!
11. Ella le respondió:—Así es, Señor. Nadie me ha condenado.Jesús le dijo:—Tampoco yo te condeno. Puedes irte, pero no vuelvas a pecar.
12. Jesús volvió a hablarle a la gente:—Yo soy la luz que alumbra a todos los que viven en este mundo. Síganme y no caminarán en la oscuridad, pues tendrán la luz que les da vida.
13. Los fariseos le dijeron:—Tú te estás alabando a ti mismo. ¿Cómo sabremos que dices la verdad?