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San Juan 7:23-35 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

23. Entonces, si para obedecer la ley de Moisés ustedes circuncidan a un niño, aunque sea en sábado, ¿por qué se enojan conmigo por haber sanado a un hombre en sábado?

24. No digan que algo está mal sólo porque así les parece. Antes de afirmar algo, deben estar seguros de que así es.

25. Algunos de los que vivían en Jerusalén empezaron a preguntar:«¿No es éste al que andan buscando para matarlo?

26. Pues ahí está, hablando con la gente; ¡y nadie le dice nada! ¿No será que nuestros gobernantes creen de verdad que él es el Mesías?

27. Pero ¡no puede ser! Porque, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde viene; en cambio, nosotros sabemos de dónde viene este hombre.»

28. Jesús estaba enseñando en el templo, y dijo con voz fuerte:«En realidad, ustedes no saben quién soy yo, ni de dónde vengo. Yo no he venido por mi propia cuenta. He sido enviado por alguien en quien se puede confiar, y a quien ustedes no conocen.

29. Yo sí lo conozco, pues vengo de él, y él es quien me envió.»

30. Algunos hombres de Jerusalén quisieron arrestar a Jesús, pero no pudieron, pues todavía no había llegado el momento de que todos supieran quién era.

31. Sin embargo, muchos creyeron en él, y decían: «Ni el Mesías podría hacer los milagros que hace este hombre.»

32. Los fariseos oyeron lo que la gente decía. Entonces ellos y los sacerdotes principales enviaron a unos guardias del templo para que arrestaran a Jesús.

33. Pero Jesús dijo: «Estaré con ustedes sólo un poco más de tiempo. Luego volveré a donde está el que me envió.

34. Ustedes me buscarán, pero no me encontrarán, porque no pueden ir a donde yo voy.»

35. Los jefes judíos comenzaron a preguntarse entre ellos:«¿Y a dónde podrá ir, que no podamos encontrarlo? ¿Acaso piensa ir a vivir entre los judíos de otros países, y enseñar también a los que no son judíos?

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