13. Primero lo llevaron ante Anás, el suegro de Caifás, que ese año era el jefe de los sacerdotes.
14. Tiempo atrás, Caifás les había dicho a los jefes judíos que les convenía más la muerte de un solo hombre, con tal de salvar a todo el pueblo.
15. Simón Pedro y otro discípulo siguieron a Jesús. Como el otro discípulo conocía al jefe de los sacerdotes, entró con Jesús en el palacio de Anás.
16. Pero al ver que Pedro se quedó afuera, salió y habló con la muchacha que cuidaba la entrada, para que lo dejara entrar.
17. Ella le preguntó a Pedro:—¿No eres tú uno de los seguidores de ese hombre?—No, no lo soy —respondió Pedro.
18. Como hacía mucho frío, los sirvientes del jefe de los sacerdotes y los guardias del templo hicieron una fogata para calentarse. También Pedro se acercó a ellos para hacer lo mismo.
19. El jefe de los sacerdotes empezó a preguntarle a Jesús acerca de sus discípulos y de lo que enseñaba.
20-21. Jesús le dijo:—¿Por qué me preguntas a mí? Yo he hablado delante de todo el mundo. Siempre he enseñado en las sinagogas y en el templo, y nunca he dicho nada en secreto. Pregúntales a los que me han escuchado. Ellos te dirán lo que he dicho.