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Romanos 1:12-25 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

12. y podremos ayudarnos unos a otros, gracias a la fuerza de esa confianza que tenemos en Dios.

13. Hermanos en Cristo, quiero que sepan que muchas veces he tratado de ir a Roma para verlos, pero nunca ha faltado algo que me lo impida. Me gustaría ir allá para anunciar esta buena noticia, como ya lo he hecho en otros lugares, para que muchos crean en Jesús.

14-15. Tengo que anunciar esta buena noticia a todo el mundo, no importa que sepan mucho o no sepan nada, ni que sean humildes o importantes. Por eso tengo tantos deseos de ir a Roma.

16. No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son.

17. La buena noticia nos enseña que Dios acepta a los que creen en Jesús. Como dice la Biblia: «Aquellos a quienes Dios ha aceptado, y confían en él, vivirán para siempre.»

18. Pero la gente ha negado, injustamente, la verdad acerca de cómo es Dios. Y el Dios altísimo está muy enojado por toda esa maldad e injusticia.

19. Esa gente sabe todo lo que se puede saber acerca de Dios, pues Dios mismo se lo ha mostrado.

20. Por medio de lo que Dios ha creado, todos podemos conocerlo, y también podemos ver su poder. Así que esa gente no tiene excusa,

21. pues saben de Dios, pero no lo respetan ni le dan las gracias. No piensan más que en hacer lo malo y en puras tonterías.

22. Creen que lo saben todo, pero en realidad no saben nada.

23. En vez de adorar al único y poderoso Dios, que vive para siempre, adoran a ídolos que ellos mismos se han hecho: ídolos con forma de seres humanos, mortales al fin y al cabo, o con forma de pájaros, de animales de cuatro patas y de serpientes.

24. Por eso Dios los ha dejado hacer lo que quieran, y sus malos pensamientos los han llevado a hacer con sus cuerpos cosas vergonzosas.

25. En vez de adorar al Dios verdadero, adoran a dioses falsos; adoran las cosas que Dios ha creado, en vez de adorar al Dios que las creó y que merece ser adorado por siempre. Amén.

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