1. Pablo miró a todos los de la Junta Suprema, y les dijo:—Amigos israelitas, yo tengo la conciencia tranquila, porque hasta ahora he obedecido a Dios en todo.
2. Entonces Ananías, el jefe de los sacerdotes, ordenó que golpearan a Pablo en la boca.
3. Pero Pablo le dijo:—Es Dios quien lo va a golpear a usted, ¡hipócrita! Usted tiene que juzgarme de acuerdo con la Ley; entonces, ¿por qué la desobedece ordenando que me golpeen?
4. Los demás judíos de la Junta le dijeron:—¿Por qué insultas al jefe de los sacerdotes de Dios?
5. Pablo contestó:—Amigos, yo no sabía que él era el jefe de los sacerdotes. La Biblia dice que no debemos hablar mal del jefe de nuestro pueblo.