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Hechos 15:8-23 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

8. Y Dios, que conoce nuestros pensamientos, ha demostrado que también ama a los que no son judíos, pues les ha dado el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros.

9. Dios no ha hecho ninguna diferencia entre ellos y nosotros, pues también a ellos les perdonó sus pecados cuando creyeron en Jesús.

10. »¿Por qué quieren ir en contra de lo que Dios ha hecho? ¿Por qué quieren obligar a esos seguidores de Jesús a obedecer leyes, que ni nuestros antepasados ni nosotros hemos podido obedecer?

11. Más bien, nosotros creemos que somos salvos gracias a que Jesús nos amó mucho, y también ellos lo creen.»

12. Todos se quedaron callados. Luego, escucharon también a Bernabé y a Pablo, quienes contaron las maravillas y los milagros que, por medio de ellos, Dios había hecho entre los no judíos.

13. Cuando terminaron de hablar, Santiago, el hermano de Jesús, les dijo a todos:«Amigos míos, escúchenme.

14. Simón Pedro nos ha contado cómo Dios, desde un principio, trató bien a los que no son judíos, y los eligió para que también formaran parte de su pueblo.

15. Esto es lo mismo que Dios anunció en la Biblia por medio de los profetas:

16. “Yo soy el Señor su Dios,y volveré de nuevopara que vuelva a reinarun descendiente de David.

17. Cuando eso pase,gente de otros paísesvendrá a mí,y serán mis elegidos.

18. Yo soy el Señor su Dios.Yo había prometido estodesde hace mucho tiempo.”

19. »Los que no son judíos han decidido ser seguidores de Dios. Yo creo que no debemos obligarlos a obedecer leyes innecesarias.

20. Sólo debemos escribirles una carta y pedirles que no coman ninguna comida que haya sido ofrecida a los ídolos. Que tampoco coman carne de animales que hayan muerto ahogados, ni carne que todavía tenga sangre. Además, deberán evitar las relaciones sexuales que la ley de Moisés prohíbe.

21. Hay que recordar que, desde hace mucho tiempo, en esos mismos pueblos y ciudades se ha estado enseñando y predicando la ley de Moisés. Esto pasa cada sábado en nuestras sinagogas.»

22. Los apóstoles, los líderes y todos los miembros de la iglesia, decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía, junto con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, a quien la gente también llamaba Barsabás, y a Silas. Estos dos eran líderes de la iglesia.

23. Con ellos mandaron esta carta:«Nosotros, los apóstoles y líderes de la iglesia en Jerusalén, les enviamos un cariñoso saludo a todos ustedes, los que viven en las regiones de Antioquía, Siria y Cilicia, y que no son judíos pero creen en Jesús.

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