Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 10:26-35 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

26. Pedro le dijo: «Levántate Cornelio, pues, como tú, no soy más que un hombre común y corriente.»

27. Luego se pusieron a conversar, y entraron juntos en la casa. Allí Pedro encontró a toda la gente que se había reunido para recibirlo,

28. y les dijo:—Ustedes deben saber que a nosotros, los judíos, la ley no nos permite visitar a personas de otra raza ni estar con ellas. Pero Dios me ha mostrado que yo no debo rechazar a nadie.

29. Por eso he aceptado venir a esta casa. Díganme, ¿para qué me han hecho venir?

30. Cornelio le respondió:—Hace cuatro días, como a las tres de la tarde, yo estaba aquí en mi casa, orando. De pronto se me apareció un hombre con ropa muy brillante,

31. y me dijo: “Cornelio, Dios ha escuchado tus oraciones, y ha tomado en cuenta todo lo que has hecho para ayudar a los pobres.

32. Envía a Jope unos mensajeros, para que busquen a un hombre llamado Pedro, que está viviendo en casa de un curtidor de pieles llamado Simón. La casa está junto al mar.”

33. »Enseguida envié a mis mensajeros, y tú has aceptado muy amablemente mi invitación. Todos estamos aquí, listos para oír lo que Dios te ha ordenado que nos digas, y estamos seguros de que él nos está viendo en este momento.

34. Entonces Pedro comenzó a decirles:—Ahora comprendo que para Dios todos somos iguales.

35. Dios ama a todos los que lo obedecen, y también a los que tratan bien a los demás y se dedican a hacer lo bueno, sin importar de qué país sean.

Leer capítulo completo Hechos 10