19. Nosotros amamos a nuestros hermanos porque Dios nos amó primero.
20. Si decimos que amamos a Dios, y al mismo tiempo nos odiamos unos a otros, somos unos mentirosos. Porque si no amamos al hermano, a quien podemos ver, mucho menos podemos amar a Dios, a quien no podemos ver.
21. Y Jesucristo nos dio este mandamiento: «¡Amen a Dios, y ámense unos a otros!»