2. Le pregunté a dónde iba, y me dijo: «Voy a medir la ciudad de Jerusalén. Quiero saber cuánto mide de largo y cuánto de ancho».
3. Ese hombre era un ángel, y ya estaba por irse; pero otro ángel vino a su encuentro
4. y le ordenó que me diera este mensaje:«La ciudad de Jerusaléntendrá tanta gente y tanto ganado,que no tendrá murallas.
5. Yo seré para mi ciudadcomo una muralla de fuego;¡yo la llenaré de riquezas!Yo soy el Dios de Israel,y juro que así lo haré.