1. Dios le dijo a Moisés:
2-3. «Diles a los israelitas que echen fuera del campamento a todo hombre o mujer que tenga estos problemas: alguna enfermedad sexual o de la piel, y a los que hayan tocado algún cadáver. De esa manera no contaminarán el campamento donde yo vivo».
4. Los israelitas obedecieron lo que Dios le había mandado a Moisés, y expulsaron del campamento a esas personas.
5. Luego Dios le dijo a Moisés:
6. «Diles a los israelitas que si alguien roba o daña las pertenencias de otra persona, me lo está haciendo a mí. Es un pecado,
7. y debe corregirse así: se le devolverá a la persona todo lo que se le haya quitado, más una quinta parte.
8. Si la persona que dañaron ya murió, y no le pueden devolver sus pertenencias a alguno de sus parientes, entonces se las darán a Dios y las podrá usar el sacerdote. Además, la persona que robó o dañó esas pertenencias deberá llevarle al sacerdote un carnero para que lo sacrifique, y así Dios le perdonará su pecado.
9-10. »Todas estas ofrendas que la gente lleve a Dios, serán para los sacerdotes».
11. Dios le dio otra ley a Moisés, y le dijo:
12-13. «Diles esto a los israelitas: puede ser que una mujer sea infiel a su esposo y tenga relaciones sexuales con otro hombre, sin que nadie se entere de lo que hizo, ni siquiera su esposo.