»El octavo día, nadie en Israel trabajará, sino que todo el pueblo se reunirá para adorarme.»Además de las ofrendas diarias, ese día sacrificarán y quemarán un toro y un carnero, y siete corderos de un año, que no tengan defectos.»Con el toro me presentarán seis kilos de la mejor harina, amasada con aceite; con el carnero ofrecerán cuatro kilos de harina, y con cada cordero, dos kilos.»También me presentarán como sacrificio un chivo para que yo, su Dios, les perdone sus pecados. Así es como me agradan estas ofrendas.