Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Números 14:10-36-37 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

10. Pero la gente no les hizo caso; por el contrario, querían apedrearlos.Entonces Dios se apareció con toda su gloria en el santuario, delante de todos los israelitas,

11. y le dijo a Moisés:—¿Hasta cuándo este pueblo seguirá creyendo que yo no soy importante ni tengo poder? Ya he hecho tantos milagros delante de ellos, ¿y todavía no creen en mí?

12. Les voy a enviar una enfermedad que acabe con ellos. Pero de ti haré un pueblo más grande y numeroso.

13-16. Pero Moisés contestó:—Si matas a este pueblo de una sola vez, lo van a saber los egipcios, que te vieron sacar de su país a los israelitas. Luego los egipcios se lo contarán a las otras naciones, y ellas van a decir: “Dios no pudo llevar a su pueblo al territorio que les prometió. Por eso los dejó morir en el desierto”.»Todos saben que tú cuidas a este pueblo. Saben que tu nube está sobre ellos y los guía, de día con una columna de nube y de noche con una columna de fuego; también saben que tu pueblo puede verte cara a cara.

17. »Por eso te pido que muestres tu gran poder. Tú mismo has dicho

18. que tienes mucho amor y paciencia, y que por eso perdonas al pecador. Tú has dicho que castigas a los hijos, a los nietos y a los bisnietos, por la maldad de sus padres.

19. Dios mío, si desde Egipto has aguantado a este pueblo, y si realmente es tan grande tu amor, perdónale este pecado.

20. Dios le respondió a Moisés:—Está bien, si así lo quieres, voy a perdonarlos.

21-23. Yo soy Dios, y mi fama es conocida en toda la tierra. Una cosa te juro: Ninguno de los que vieron los milagros que hice en Egipto y en este desierto, verá el territorio que les prometí. Ellos hablaron mal de mí, me pusieron a prueba muchísimas veces, y no me obedecen.

24-25. »Pero Caleb, mi servidor, no fue como los demás, sino que creyó en mi promesa. Por eso entrará junto con sus hijos en el territorio prometido, donde ahora viven los amalecitas y los cananeos. Ustedes, por su parte, irán mañana al desierto, en dirección al Mar de los Juncos.

26. Dios volvió a decirles a Moisés y a Aarón:

27. —Ya oí que los israelitas andan hablando mal de mí. ¿Hasta cuándo voy a soportar las quejas de este pueblo malvado?

28. Ya que andan diciendo que los he castigado, los voy a castigar. Yo soy el Dios de Israel, y les juro que lo haré.

29. Todos los que tengan más de veinte años, y que hayan hablado mal de mí, morirán en este desierto.

30. Sólo Josué y Caleb entrarán en el territorio que les prometí, y nadie más.

31-32. »Ustedes caerán muertos en este desierto, y allí quedarán tirados. Pero sus hijos, que ustedes pensaron que serían esclavos, sí entrarán en el territorio que ustedes despreciaron.

33. Como ustedes no confiaron en mí, sus hijos andarán por el desierto cuidando ovejas durante cuarenta años; tendrán que esperar hasta que todos ustedes hayan muerto en el desierto.

34-35. »Para que aprendan lo terrible que es desobedecerme, los castigaré duramente. Les juro que lo haré. Ustedes exploraron el territorio durante cuarenta días, así que yo los castigaré un año por cada día. Cuarenta años andarán vagando por el desierto, hasta que se cansen y mueran.

36-37. Así fue como Dios castigó con la muerte a los que Moisés había enviado a explorar el territorio prometido, los cuales habían hecho que todos los israelitas se rebelaran contra Dios.

Leer capítulo completo Números 14