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Levítico 14:18-20-38 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

18-20. Para terminar, el sacerdote derramará el aceite restante sobre la cabeza del que se purifica. Luego presentará la ofrenda para el perdón de pecados y quemará otra en honor de Dios, junto con una ofrenda de cereal. Así esa persona quedará purificada por completo.

21. »Si quien va a ser purificado es muy pobre, presentará para su purificación un solo cordero, dos kilos de harina y un cuarto de litro de aceite.

22. Presentará también, según sus posibilidades, dos palomas o dos tortolitas, una como ofrenda para el perdón de pecados y la otra para quemarla en mi honor.

23. Todo esto lo presentará al sacerdote al octavo día, a la entrada del santuario.

24. Allí el sacerdote tomará el cordero y el aceite, y realizará la ceremonia para presentarme las ofrendas.

25. »El sacerdote matará el cordero de la ofrenda para hacer las paces conmigo, y mojará su dedo en la sangre, y la untará en la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que se purifica.

26-27. Luego mojará con aceite el dedo índice de su mano derecha, y rociará el aceite siete veces en dirección a mi altar.

28. Pondrá también un poco de aceite en la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que se purifica.

29. Después de eso, derramará sobre la cabeza de esa persona el aceite que aún le quede,

30-31. y para terminar presentará un ave como ofrenda para el perdón de pecados, y la otra la quemará en mi honor, junto con la ofrenda de harina y aceite.

32. »Así se purificará a los leprosos más pobres».

33. Dios les dijo a Moisés y a Aarón:

34. «Cuando ustedes entren en el territorio de Canaán, tal vez aparezcan manchas de hongos y moho en las paredes de sus casas.

35. Cuando eso suceda, el dueño de la casa irá a decirle al sacerdote: “En las paredes de mi casa han aparecido unas manchas raras”.

36. »Antes de entrar en la casa, el sacerdote ordenará que la desocupen, y luego entrará a revisarla. Así lo que haya en ella no se volverá impuro.

37. »Si el sacerdote ve que las manchas son verdes o rojizas, y que están más hundidas que la pared,

38. saldrá de la casa y ordenará que nadie la ocupe durante siete días.

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