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Jueces 11:28-40 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

28. Pero el rey de los amonitas no hizo caso del mensaje que Jefté le envió.

29. Después de esto el espíritu de Dios actuó sobre Jefté, y lo hizo recorrer los territorios de Galaad y Manasés, y volver después a Mispá de Galaad. De allí Jefté fue al territorio de los amonitas,

30. en donde le prometió a Dios: «Si me das la victoria sobre los amonitas,

31. yo te ofreceré como sacrificio a la primera persona de mi familia que salga a recibirme».

32. Jefté cruzó el río para atacar a los amonitas, y Dios le dio la victoria sobre ellos.

33. Mató a muchos enemigos y conquistó veinte ciudades, desde Aroer hasta la zona de Minit, llegando hasta Abel-queramim. Así los israelitas dominaron a los amonitas.

34. Cuando Jefté regresó a su casa en Mispá, su única hija salió a recibirlo, bailando y tocando panderetas. Aparte de ella Jefté no tenía otros hijos,

35. así que se llenó de tristeza al verla, y rompió sus ropas como señal de su desesperación. Le dijo:—¡Ay, hija mía! ¡Qué tristeza me da verte! Y eres tú quien me causa este gran dolor, porque le hice una promesa a Dios y tengo que cumplírsela.

36. Ella le respondió:—Padre, si le prometiste algo a Dios, cumple conmigo tu promesa, ya que él te ha dado la victoria sobre tus enemigos, los amonitas.

37. Pero una cosa te pido, padre mío: Déjame ir dos meses a las montañas, con mis amigas. Tengo mucha tristeza por tener que morir sin haberme casado; necesito llorar.

38. Su padre le dio permiso de hacerlo, y ella se fue a las montañas con sus amigas. Allí lloró y lamentó el haberse quedado soltera.

39. Pasados los dos meses, regresó a donde estaba su padre, quien cumplió con ella la promesa que había hecho. Y ella murió sin haberse casado. De ahí comenzó la costumbre

40. de todos los años, de que las jóvenes israelitas dedican cuatro días a hacer lamentos por la hija de Jefté.

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