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Jeremías 32:7-8-19 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

7-8. y que me dijo que mi primo Hanamel vendría a ofrecerme un terreno, para que yo se lo comprara. Hanamel era hijo de mi tío Salum, y su terreno estaba en Anatot, en el territorio de Benjamín. Y así fue. Hanamel vino al patio de la guardia, donde yo estaba preso, y me dijo que yo tenía el derecho y la responsabilidad de comprárselo para que el terreno quedara en familia. Con eso quedaba demostrado que Dios había hablado conmigo.

9. Entonces le compré a mi primo el terreno, y le pagué por él diecisiete monedas de plata.

10. Llamé a unos testigos, y delante de ellos le pagué y firmé la escritura del terreno.

11. Se hicieron dos copias de este documento, y en las dos copias se explicaban las condiciones de compraventa; una de ellas quedó sellada, y la otra quedó abierta.

12. Yo le entregué las dos copias a Baruc, que era hijo de Nerías y nieto de Maaseías. Esto lo hice delante de mi primo Hanamel, de los testigos que habían firmado la escritura, y de toda la gente de Judá que estaba sentada en el patio de la guardia.

13. También delante de ellos le dije a Baruc:

14. «El Dios todopoderoso te ordena recibir esta escritura, tanto la copia sellada como la copia abierta. Guárdalas en una vasija de barro, para que no se echen a perder.

15. Dios nos promete que en este país volveremos a comprar casas, terrenos y viñedos».

16. Después de entregarle a Baruc la escritura, le pedí a Dios en oración:

17. «Dios de Israel, tú, con tu extraordinario poder, has creado el cielo y la tierra. ¡No hay nada que tú no puedas hacer!

18. Demuestras tu gran amor a miles de personas, pero también castigas a los hijos por el pecado de sus padres. ¡Tú eres grande y poderoso! ¡Por eso te llaman Dios del universo!

19. Tus planes son maravillosos, pero aún más maravilloso es todo lo que haces. Tú estás al tanto de todo lo que hacemos, y a cada uno nos das lo que merecen nuestras acciones.

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