9. »Dios, no te enojes demasiadoni te acuerdes todo el tiempode nuestros pecados:¡mira que somos tu pueblo!
10. Las ciudades de tu pueblo elegidoson ahora un desierto;Jerusalén está en ruinas,completamente destruida.
11. »Nuestro grandioso santuario,donde nuestros padres te alababan,ha sido destruido por el fuego.¡Todo lo que tanto queríamosha quedado en ruinas!
12. »Y ahora, Dios nuestro,no te quedes sin hacer nada;no te quedes calladoni nos humilles más».