13. Después el oficial asirio se puso de pie y gritó muy fuerte en hebreo:«Escuchen lo que dice el gran rey de Asiria:
14. “No se dejen engañar por Ezequías, porque él no puede salvarlos de mi poder.
15. Si les dice que confíen en Dios porque él los va a salvar,
16. no le crean. Hagan las paces conmigo y ríndanse. Entonces podrán comer las uvas de su propio viñedo, los higos de sus árboles y beber su propia agua.
17. Después los llevaré a un país parecido al de ustedes, donde hay trigo, viñedos, olivos y miel.