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Génesis 27:8-22-27 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

8. Así que escúchame bien, y haz todo lo que te voy a decir.

9. Ve a donde está el rebaño, y tráeme dos de los mejores cabritos. Yo sé bien lo que a tu padre le gusta comer, y se lo voy a preparar.

10. Luego tú se lo llevarás para que se lo coma, y así te dará su bendición especial antes de morir.

11. Jacob le dijo a su madre:—Pero mi hermano Esaú tiene pelo en todo el cuerpo, y yo no.

12. Si mi padre me llega a tocar, va a creer que me estoy burlando de él. ¡Y en vez de bendecirme, me maldecirá!

13. Su madre le respondió:—Hijo mío, haz lo que te digo. Tú tráeme los cabritos, y si tu padre te maldice, ¡que caiga sobre mí la maldición!

14. Jacob fue por los cabritos y se los llevó a su madre. Ella preparó un plato bien sabroso, tal como le gustaba a Isaac.

15. Enseguida fue y tomó las mejores ropas que Esaú tenía, y se las puso a Jacob.

16. Luego, con la piel de los cabritos le cubrió a Jacob las manos y el cuello.

17. Finalmente, le entregó a Jacob el plato de comida y el pan que había hecho.

18. Entonces Jacob fue a presentarse ante su padre, y le dijo:—Padre mío, ¿puedo pasar?—Adelante —respondió Isaac—. ¿Cuál de mis dos hijos eres tú?

19. —Soy Esaú, tu hijo mayor —contestó Jacob—. Ya hice lo que me pediste. Levántate y ven a comer de lo que maté, para que me des tu bendición.

20. Pero Isaac le preguntó:—¿Y cómo es que cazaste un animal tan pronto?—Es que tu Dios me lo puso enfrente —respondió Jacob.

21. Entonces Isaac le dijo:—Acércate, hijo mío, para que pueda tocarte. Quiero estar seguro de que eres mi hijo Esaú.

22-27. Jacob se acercó a su padre, quien después de tocarlo le preguntó:—¿Eres realmente mi hijo Esaú? Tus brazos son los de Esaú, pero tu voz es la de Jacob.—¡Claro que soy Esaú! —respondió Jacob.Pero Isaac no reconoció a Jacob porque sus brazos tenían pelos como los de Esaú. Entonces Isaac dijo:—Hijo mío, tráeme del animal que cazaste, para que lo coma y te dé mi bendición especial.Jacob le llevó el plato, e Isaac comió; también le llevó vino, e Isaac bebió. Después de comer, Isaac le dijo:—Ahora, hijo mío, acércate y dame un beso.Jacob se acercó a su padre y lo besó. En cuanto Isaac olió sus ropas, lo bendijo así:«Hijo mío, tienes el olorde los campos que Dios bendice.

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