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Génesis 24:18-35 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

18. Rebeca bajó enseguida el cántaro y le dijo:—Beba usted.Y con sus propias manos le dio a beber.

19. Cuando el mayordomo terminó de beber, ella misma dijo:—Ahora voy a sacar agua para sus camellos, para que beban toda el agua que quieran.

20. Rápidamente vació el cántaro en el bebedero y corrió al pozo para sacar más agua, hasta dar de beber a todos los camellos.

21. Mientras tanto, el mayordomo la miraba sin decir nada, pues quería saber si Dios le había ayudado a encontrar una esposa para Isaac.

22. Cuando los camellos acabaron de beber, el mayordomo puso en la nariz de Rebeca un anillo de oro que pesaba seis gramos. Además, le puso en los brazos dos pulseras de oro que pesaban más de cien gramos.

23. Entonces le preguntó:—Dime, por favor, ¿quién es tu padre? ¿Crees que mi gente y yo podríamos pasar la noche en su casa?

24-25. Rebeca respondió:—Soy hija de Betuel, el hijo de Milcá y de Nahor. En nuestra casa hay lugar para que pasen la noche, y también tenemos abundante comida para los camellos.

26. En ese momento el mayordomo se inclinó y dio gracias a Dios

27. con estas palabras:«¡Alabado seas, Dios de mi amo Abraham, pues siempre has sido bueno y fiel con mi amo! ¡Has guiado mis pasos hasta la casa de sus familiares!»

28. Al oír esto, Rebeca corrió a su casa para contarle a su madre lo sucedido.

29-30. Su hermano Labán vio el anillo y las pulseras que Rebeca traía puestas, y la oyó contar lo que aquel hombre le había dicho. Entonces salió corriendo a buscar al mayordomo, y lo encontró junto a los camellos, cerca del pozo.

31. Al verlo, Labán le dijo:«¡Bienvenido! Dios lo ha traído con bien hasta este lugar. Venga usted a mi casa; no se quede aquí afuera. ¡Ya he preparado un lugar para usted, y también para los camellos!»

32. El mayordomo lo acompañó, y una vez en la casa, Labán les dio agua a él y a sus hombres para que se bañaran. A los camellos les quitaron la carga y les dieron de comer.

33. Cuando le sirvieron de comer, el mayordomo dijo:—No comeré hasta que les cuente por qué estoy aquí.Labán lo dejó hablar,

34. y el mayordomo dijo:—Mi amo Abraham

35. es muy rico, pues Dios lo ha bendecido mucho. Le ha dado ovejas, ganado, plata, oro, sirvientes, sirvientas, camellos y burros.

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