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Ezequiel 20:32-49 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

32. ”Ustedes quieren ser como las demás naciones de la tierra, que adoran a ídolos hechos de palo y de piedra,

33-34. pero yo les juro que eso nunca sucederá. Yo soy el Dios de Israel.”Ustedes, israelitas van a conocer mi enojo y mi gran poder. Yo los reuniré de entre los pueblos y naciones donde ahora están dispersos, y seré su rey.

35-36. Así como en el desierto de Egipto castigué a sus antepasados, así también los castigaré a ustedes. Los llevaré al desierto, lejos de todos los pueblos, y yo mismo los castigaré. Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra.

37. ”Así como los pastores apartan sus ovejas de las que no son suyas, yo elegiré uno por uno a los que formarán mi pueblo. Haré un pacto con ustedes,

38. y los sacaré del país donde ahora viven como extranjeros. Pero pondré aparte a los rebeldes que no me obedezcan, y ellos no volverán a la tierra de Israel. Entonces ustedes reconocerán que yo soy el Dios de Israel.

39. ”¡Israelitas! Yo soy su Dios. Si no quieren obedecerme, ¡entonces sigan adorando a sus ídolos malolientes! Pero llegará el día en que tendrán que obedecerme y no dejaré que me falten al respeto presentando esas ofrendas a sus ídolos.

40-42. Delante de todas las naciones les mostraré que soy diferente. Yo los sacaré de entre todos los pueblos y naciones donde ahora andan dispersos. Los reuniré de nuevo en Israel, tierra que juré dar a sus antepasados, y me adorarán en mi montaña santa, que es la montaña más alta de Israel. Allí recibiré todas las ofrendas que ustedes quieran presentarme, y ustedes serán para mí tan agradables como el aroma del incienso. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel, y que yo cumplo mi palabra.

43-44. ”Israelitas, ustedes han sido malvados y corruptos, pero no los castigaré como se merecen. Voy a tratarlos bien sólo por honor a mí mismo. Y cuando ustedes se acuerden de su mala conducta y de todas las malas acciones por las que los rechacé, sentirán asco de ustedes mismos. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel, y que cumplo mi palabra”».

45. Dios también me dijo:

46-47. «Ezequiel, dirige la mirada hacia el sur, y dale a Jerusalén este mensaje de mi parte:“Jerusalén, voy a prenderte fuego. Destruiré a todos tus habitantes, y no dejaré a ninguno con vida. El fuego se extenderá de sur a norte, y acabará con todos a su paso. ¡Nadie podrá apagar ese incendio!

48. Todo el mundo se dará cuenta entonces de que el fuego que Dios enciende, nadie puede apagarlo”».

49. Yo me quejé con Dios y le dije: «¡Ay, Dios mío! ¡La gente dice que yo sólo hablo por hablar!»

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