28. Cuando yo les entregué la tierra que había prometido darles, ellos hicieron pequeños templos en lo alto de los cerros y bajo la sombra de los árboles, y allí presentaron toda clase de ofrendas a los dioses falsos.
29. Yo les pregunté: ¿Por qué adoran ídolos en esos pequeños templos en lo alto de los cerros?
30. »Por eso, dales de mi parte el siguiente mensaje a los israelitas:“Ustedes siguen el mal ejemplo de sus antepasados. Ya no puedo recibir sus cultos con agrado, pues ustedes se han relacionado con esos ídolos odiosos.
31. Ustedes siguen presentando a sus hijos como ofrendas quemadas en honor de sus ídolos malolientes. ¿Y todavía esperan que yo les dé mensajes cuando vienen a consultarme? Pues les juro que no les daré ninguna respuesta. Yo soy el Dios de Israel.
32. ”Ustedes quieren ser como las demás naciones de la tierra, que adoran a ídolos hechos de palo y de piedra,
33-34. pero yo les juro que eso nunca sucederá. Yo soy el Dios de Israel.”Ustedes, israelitas van a conocer mi enojo y mi gran poder. Yo los reuniré de entre los pueblos y naciones donde ahora están dispersos, y seré su rey.
35-36. Así como en el desierto de Egipto castigué a sus antepasados, así también los castigaré a ustedes. Los llevaré al desierto, lejos de todos los pueblos, y yo mismo los castigaré. Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra.
37. ”Así como los pastores apartan sus ovejas de las que no son suyas, yo elegiré uno por uno a los que formarán mi pueblo. Haré un pacto con ustedes,
38. y los sacaré del país donde ahora viven como extranjeros. Pero pondré aparte a los rebeldes que no me obedezcan, y ellos no volverán a la tierra de Israel. Entonces ustedes reconocerán que yo soy el Dios de Israel.
39. ”¡Israelitas! Yo soy su Dios. Si no quieren obedecerme, ¡entonces sigan adorando a sus ídolos malolientes! Pero llegará el día en que tendrán que obedecerme y no dejaré que me falten al respeto presentando esas ofrendas a sus ídolos.
40-42. Delante de todas las naciones les mostraré que soy diferente. Yo los sacaré de entre todos los pueblos y naciones donde ahora andan dispersos. Los reuniré de nuevo en Israel, tierra que juré dar a sus antepasados, y me adorarán en mi montaña santa, que es la montaña más alta de Israel. Allí recibiré todas las ofrendas que ustedes quieran presentarme, y ustedes serán para mí tan agradables como el aroma del incienso. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel, y que yo cumplo mi palabra.
43-44. ”Israelitas, ustedes han sido malvados y corruptos, pero no los castigaré como se merecen. Voy a tratarlos bien sólo por honor a mí mismo. Y cuando ustedes se acuerden de su mala conducta y de todas las malas acciones por las que los rechacé, sentirán asco de ustedes mismos. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel, y que cumplo mi palabra”».
45. Dios también me dijo: