Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Eclesiastés 9:1-10 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

1. Puse todo mi empeño en entender todo esto, y pude comprobar que todo está en las manos de Dios: en sus manos está lo que hacen los sabios y la gente honesta. Ninguno de nosotros sabe en realidad lo que son el amor y el odio.

2. Lo mismo da ser justo que ser injusto, ser bueno o malo, puro o impuro, ofrecerle sacrificios a Dios o no ofrecérselos, pecar o no pecar, hacerle a Dios promesas o no hacérselas, pues todos tenemos un mismo final.

3. Y eso es lo malo de todo lo que se hace en esta vida: que todos tengamos un mismo final. Además, siempre estamos pensando en la maldad; nos pasamos la vida pensando tonterías, ¡y al fin de cuentas todos paramos en el cementerio!

4. No hay mucho de dónde elegir, aunque «mientras haya vida hay esperanza», por eso digo, «más vale plebeyo vivo que rey muerto».

5. Los que aún vivimos sabemos que un día habremos de morir, pero los muertos ya no saben nada ni esperan nada, y muy pronto son olvidados.

6. Con la muerte se acaban sus amores, sus odios, sus pasiones y su participación en todo lo que se hace en esta vida.

7. ¡Ánimo, pues! ¡Comamos y bebamos alegres, que Dios aprueba lo que hacemos!

8. ¡Vistámonos bien y perfumémonos!

9. Puesto que Dios nos ha dado una corta vida en este mundo, disfrutemos de cada momento con la mujer amada. ¡Disfrutemos cada día de esta vida sin sentido, pues sólo eso nos queda después de tanto trabajar!

10. Y todo lo que podamos hacer, hagámoslo con alegría. Vamos camino a la tumba, y allá no hay trabajo ni planes, ni conocimiento ni sabiduría.

Leer capítulo completo Eclesiastés 9