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Deuteronomio 34:7-12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

7. Cuando murió, tenía ciento veinte años, gozaba de buena salud y la vista todavía no le fallaba.

8. Los israelitas se quedaron treinta días en el desierto de Moab, para guardar luto por la muerte de Moisés. Ésa era la costumbre en aquella época.

9. Antes de morir, Moisés había puesto sus manos sobre la cabeza de Josué y Dios lo llenó de sabiduría. Por eso los israelitas obedecieron a Josué, y cumplieron con las órdenes que Dios le había dado a Moisés.

10. Nunca más hubo en Israel un profeta como Moisés, que hablara con Dios cara a cara.

11. Nunca nadie igualó las maravillas que Dios le mandó hacer contra Egipto y su rey.

12. Nunca nadie tuvo más poder que Moisés, ni pudo imitar las grandes cosas que los israelitas le vieron hacer.

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