6. Su cuerpo parecía estar hecho de cristal amarillo, y su cara tenía el brillo de un relámpago. Sus ojos parecían llamas de fuego, sus brazos y sus pies brillaban como metal pulido, y hablaba tan fuerte que su voz sonaba como el murmullo de mucha gente. Se trataba del ángel Gabriel.
7-8. »Cuando tuve este sueño, yo estaba solo, pues los que estaban conmigo se asustaron tanto que fueron a esconderse. Hasta yo mismo me puse pálido de miedo, y sentí que me desmayaba.
9. »Al oír que el ángel me hablaba, me desmayé y caí de cara al suelo.
10. Pero el ángel me ayudó a levantarme, y me puso de rodillas, con las manos sobre el suelo.
11. Entonces me dijo: “Daniel, levántate y escucha bien lo que voy a decirte. Dios te ama, y por eso me envió a darte este mensaje”.»Mientras el ángel hablaba conmigo, yo me puse de pie, pero seguía temblando.