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Abdías 1:1-2-14 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

1-2. Dios le comunicó al profeta Abdías lo que pensaba hacer con el país de Edom. Le dijo:«Yo soy el Dios de Israel,y ya envié un mensajeropor todas las naciones.Escuchen bien su mensaje:“¡Tomen sus armas, naciones todas!¡Vamos a la guerra contra Edom!”»Y tú, Edom, escúchame bien:Yo voy a hacer de tila más pequeña de las naciones.¡Todo el mundo te despreciará!

3. »Tú te crees muy importanteporque vives entre las rocas;piensas que estás muy seguropor vivir en las altas montañas;crees que nadie podrá derribarte,¡pero estás muy equivocado!

4. »Yo soy el Dios todopoderoso,y juro que te derribaréaunque vueles como las águilasy pongas tu nido entre las estrellas.

5. »Cuando un ladrón te asalta de noche,no te quita todo lo que tienes,sino lo que tengas de más valor;y cuando los que cosechan uvasentran a tus viñedos,no se llevan todos los racimos.

6. ¡Pero a ti te han quitado todo!¡Se han llevado todos tus tesoros!

7. Los que estaban de tu partey decían que eran tus amigoste pusieron trampas y te engañaron;los que compartían tu mesase volvieron tus enemigos,te echaron de tu propia tierra¡y tú ni cuenta te diste!

8. »Pero escúchame, Edom:yo soy el Dios todopoderoso,y te juro que viene el díaen que no quedará en tus montañasni uno solo de tus sabios.¡Yo acabaré con todos ellos!

9. En la ciudad de Temántus valientes temblarán de miedo,y en las montañas de Edomtodos morirán en la batalla.

10. »Tú, Edom, quedarás en vergüenzay serás destruido por completopor haber tratado con violenciaa tus parientes, los israelitas.

11. Cuando un ejército enemigoatacó la ciudad de Jerusalény derribó sus portones,tú te portaste igual que ellos;viste cómo se repartíanlas riquezas de la ciudad,¡y no hiciste nada para impedirlo!

12. »No debiste haberte alegradocuando tus hermanos sufrían;no debiste haberte reídocuando Judá estaba en ruinas;no debiste burlarte de elloscuando estaban angustiados;

13. no debiste entrar en Jerusalénni alegrarte de su desgraciacuando mi ciudad era destruida;no debiste robarle sus riquezascuando ya no podía defenderse.

14. No debiste quedartedonde se cruzan los caminospara matar allí a los que huían,ni debiste haberlos entregadoen manos de sus enemigoscuando ya no sabían qué hacer.

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