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2 Samuel 18:16-17-33 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

16-17. Luego echaron su cuerpo en un hoyo muy grande que había en el bosque, y taparon el hoyo con piedras.Después de eso, Joab ordenó la retirada, y sus soldados dejaron de perseguir a los israelitas. Éstos corrían a sus casas llenos de miedo.

18. Cuando Absalón era joven, mandó hacer en su honor un monumento de piedra y le puso su nombre. Como no tenía hijos, pensó que así la gente lo recordaría para siempre. Ese monumento está en el Valle del Rey y se conoce como «Monumento de Absalón».

19. El sacerdote Ahimaas le dijo a Joab:—Déjeme ir ahora mismo a ver al rey. Quiero darle la noticia de que Dios lo ha librado de sus enemigos.

20. Pero Joab le dijo:—No conviene que le des al rey esta noticia. Se trata de la muerte de su hijo. Mejor se la das otro día.

21. Sin embargo, Joab mismo le dijo a un etíope:—Ve y cuéntale al rey lo que has visto.El etíope se inclinó ante Joab en señal de respeto, y salió corriendo.

22. Entonces Ahimaas volvió a decirle a Joab:—No me importa lo que me pase, pero déjeme usted ir con el etíope.Joab le respondió:—¿Y qué ganas con llevar esa noticia?

23. Ahimaas insistió:—Pase lo que pase, déjeme usted ir ahora mismo.Joab se lo permitió, y Ahimaas salió corriendo por el valle. Muy pronto alcanzó al etíope, y lo pasó.

24. Mientras tanto, David estaba sentado a la entrada misma de la ciudad de Mahanaim. De pronto, un soldado que vigilaba desde la muralla vio a un hombre que venía corriendo,

25. y con fuerte voz se lo hizo saber al rey. Entonces el rey dijo: «Si viene solo, debe traer buenas noticias».Cuando ese hombre ya estaba cerca,

26. el vigilante vio a otro hombre que también venía corriendo, así que le gritó al que cuidaba la entrada: «¡Viene otro hombre corriendo!»El rey dijo: «También debe traer buenas noticias».

27. El vigilante dijo: «Por la manera en que corre, me parece que el primero es Ahimaas, el hijo de Sadoc».El rey comentó: «Ahimaas es un buen hombre. Seguramente me trae buenas noticias».

28. En ese momento Ahimaas llegó y saludó al rey. Se inclinó hasta el suelo delante de él, y le dijo:—Bendito sea tu Dios, que acabó con todos tus enemigos.

29. El rey le preguntó:—¿Cómo está el joven Absalón?Y Ahimaas respondió:—Cuando Joab me envió a dar la noticia a Su Majestad, vi que había mucho alboroto, pero no supe por qué.

30. El rey le dijo:—Hazte a un lado, y espera aquí.Ahimaas lo hizo así.

31. En ese momento llegó el etíope y le dijo al rey:—¡Traigo a Su Majestad buenas noticias! ¡Dios ha castigado a los que se rebelaron contra usted!

32. Pero el rey le preguntó:—¿Cómo está el joven Absalón?El etíope le contestó:—¡Quiera Dios que todos los enemigos del rey mueran como ese muchacho!

33. El rey David se puso muy triste y se fue a llorar al cuarto que estaba sobre la entrada de Mahanaim. Mientras iba subiendo, decía: «¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Cómo quisiera yo haber muerto en tu lugar!»

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