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2 Reyes 4:1-9 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

1. Una mujer que había estado casada con un profeta le dijo a Eliseo:—Mi marido estuvo siempre al servicio de Dios y de usted, pero ahora está muerto. Él había pedido dinero prestado, y ahora el hombre que se lo prestó se quiere llevar como esclavos a mis dos hijos.

2. Eliseo le preguntó:—¿Qué puedo hacer para ayudarte? Dime, ¿qué tienes en tu casa?La mujer le contestó:—¡Lo único que tengo es una jarra de aceite!

3. Eliseo le dijo:—Ve y pídele a tus vecinas que te presten jarras vacías. Trata de conseguir todas las que puedas.

4. Después, entra en tu casa con tus hijos y cierra la puerta. Echa aceite en las jarras y ve poniendo aparte las que se vayan llenando.

5. La mujer se despidió de Eliseo, fue a su casa, entró junto con sus hijos y cerró la puerta. Los hijos le llevaban las jarras y la mujer las llenaba con aceite.

6. Después de un rato, la mujer le dijo a uno de sus hijos:—Tráeme otra jarra.Él le contestó:—Ya no quedan más.En ese momento el aceite se acabó.

7. La mujer fue a ver al profeta y le contó lo que había pasado. Él le dijo:—Ve, vende el aceite, y págale a ese hombre lo que le debes. Con lo que te quede podrán vivir tú y tus hijos.

8. Un día, Eliseo fue al pueblo de Sunem. Allí, una mujer muy importante le insistió que fuera a comer a su casa. Y cada vez que Eliseo pasaba por allí, se quedaba a comer en casa de ella.

9. Entonces la mujer le dijo a su esposo:—Mira, yo sé que este hombre que nos visita cuando pasa por el pueblo, es un profeta de Dios.

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