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2 Reyes 10:24-35-36 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

24. Los adoradores de Baal entraron en el templo para ofrecer sacrificios. Mientras tanto, Jehú puso afuera a ochenta hombres y les dijo: «Si alguno de ustedes deja escapar a uno solo de los adoradores de Baal, lo pagará con su propia vida».

25. Cuando Jehú terminó de ofrecer el sacrificio, les dijo a los soldados: «¡Entren y maten a todos! ¡Que no escape nadie!»Entonces ellos entraron y los mataron, y luego sacaron de allí los cuerpos. Después entraron en la sala principal del templo de Baal,

26. y sacaron las imágenes de Astarté y las quemaron.

27. También destruyeron el altar de Baal y su templo, y lo convirtieron en un basurero, el cual permaneció allí hasta el día en que esto se escribió.

28. De esta manera Jehú sacó de Israel todo lo que tenía que ver con Baal.

29. Pero Jehú siguió pecando, como lo había hecho Jeroboam hijo de Nabat. Jehú hizo pecar a los israelitas, porque siguió adorando a los toros de oro que había en Dan y en Betel.

30. Dios le dijo a Jehú: «Has actuado bien. Destruiste a la familia de Ahab, tal como yo quería. Por eso tus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos reinarán en Israel».

31. A pesar de eso, Jehú no se preocupó por obedecer de todo corazón los mandatos del Dios de Israel. Siguió cometiendo los mismos pecados que Jeroboam, quien hizo pecar a los israelitas.

32-33. Por aquel tiempo, Dios comenzó a hacer más pequeño el territorio israelita. El rey Hazael venció a los israelitas y les quitó las regiones de Galaad y Basán, al este del río Jordán, y la región al norte de Aroer, cerca del río Arnón. Éste era el territorio de las tribus de Gad, Rubén y Manasés.

34. Todo lo que hizo Jehú, y cómo demostró su poder, está escrito en el libro de la historia de los reyes de Israel.

35-36. Jehú reinó sobre Israel veintiocho años. Vivió en la ciudad de Samaria, y cuando murió, lo enterraron allí. Su hijo Joacaz reinó en su lugar.

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