4. Saúl y uno de sus ayudantes fueron a buscar las burras por las montañas de Efraín, y también por las regiones de Salisá, Saalim y Benjamín, pero no las encontraron.
5. Cuando llegaron a la región de Suf, Saúl le dijo a su ayudante:—Tenemos que regresar. Mi padre ha de estar más preocupado por nosotros que por las burras.
6. Pero su ayudante le contestó:—En este pueblo hay un hombre que sirve a Dios. Toda la gente lo respeta mucho. Dicen que cuando él anuncia que algo va a suceder, sucede. ¡Vamos a verlo! A lo mejor nos dice dónde podemos encontrar las burras.
7. Pero Saúl le respondió:—Si vamos a consultarlo, ¿qué podemos darle? ¿Con qué le daremos las gracias por su ayuda? Ya no tenemos nada, ni siquiera un poco de pan.