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1 Samuel 20:25-42 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

25. junto a la pared, como siempre lo hacía. Jonatán se sentó enfrente del rey, y Abner se sentó a su lado. El lugar de David estaba vacío.

26. Saúl no dijo nada ese día porque pensó: «Tal vez David no vino por no haber cumplido con los ritos para purificarse».

27. Al día siguiente, que era el segundo día del mes, el lugar de David seguía vacío. Entonces Saúl le preguntó a su hijo Jonatán:—¿Por qué David no vino a comer ni ayer ni hoy?

28. Y Jonatán le respondió:—David me rogó que le diera permiso de ir a Belén,

29. porque su hermano lo mandó a llamar. David va a presentar la ofrenda anual en Belén, junto con su familia. Yo le di permiso. Por eso no vino a comer contigo.

30. Saúl se enfureció contra Jonatán y le gritó:—¡Hijo de mala madre! Ya sabía que estabas del lado de David. ¡Qué vergüenza para ti y para tu madre!

31. Mientras David viva, no podrás llegar a ser rey. Así que manda que me lo traigan, porque está condenado a muerte.

32. Pero Jonatán le respondió:—¿Y por qué ha de morir? ¿Qué mal ha hecho?

33-34. En vez de responderle, Saúl le arrojó su lanza, con la intención de matarlo. Jonatán, por su parte, se levantó de la mesa y ya no participó en la comida del segundo día de la fiesta. Estaba furioso y triste de que su padre hubiera ofendido a David. Fue así como Jonatán se dio cuenta de que su padre quería matar a David.

35. Al día siguiente, Jonatán salió al campo en compañía de un muchacho, y se dirigió al lugar que le había dicho a David.

36. Al llegar a ese lugar, le ordenó al muchacho: «Ve a recoger las flechas que voy a disparar».Mientras el muchacho corría a buscar una de las flechas, Jonatán disparó otra, la cual cayó más allá de donde estaba el muchacho.

37-39. Jonatán le gritó: «¡Corre, no te detengas, que más allá hay otra flecha!»Sin sospechar nada, el muchacho fue y recogió las flechas de Jonatán, pues sólo David y él sabían lo que eso quería decir.

40. Luego Jonatán le dio sus armas al muchacho y le ordenó: «Llévatelas a la casa».

41. Cuando el muchacho se fue, David salió de su escondite y, de cara al suelo en señal de respeto, se inclinó tres veces delante de Jonatán. Luego se abrazaron y lloraron mucho, aunque David lloraba más.

42. Entonces Jonatán le dijo a David: «Vete en paz. Tú y yo hemos jurado por Dios que siempre seremos buenos amigos. Que Dios nos ayude, y que ayude a nuestras familias a cumplir este juramento». (21.1) Dicho esto, Jonatán regresó a la ciudad.

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