Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 8:26-37-39 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

26. Por eso, Dios nuestro, cumple las promesas que le hiciste a mi padre.

27. »Dios mío, ni el cielo ni la tierra son suficientes para ti, mucho menos este templo que te he construido.

28-30. Pero de todos modos te pido que escuches mi oración: Cuida de este templo de día y de noche, pues tú mismo has dicho que vivirás en él. Cuando estemos lejos de Jerusalén y oremos en dirección a tu templo, escucha desde el cielo nuestras oraciones, y perdónanos.

31. »Si alguien perjudica a otra persona, y delante del altar de este templo jura que no lo hizo,

32. escucha desde el cielo y castígalo. Examínanos, castiga al que resulte culpable y deja libre al inocente.

33-34. »Si tu pueblo Israel llega a pecar contra ti, y en castigo sus enemigos se lo llevan prisionero, perdónalo y tráelo de nuevo a este país que tú les diste a sus antepasados. Perdónalos siempre y cuando vengan a tu templo y se arrepientan de haberte ofendido.

35. »Si llegamos a pecar contra ti, y en castigo deja de llover por mucho tiempo, perdónanos, siempre y cuando oremos en este lugar, y nos arrepintamos de haberte ofendido.

36. Escúchanos desde el cielo y perdónanos. Enséñanos a vivir haciendo lo bueno, y mándanos de nuevo la lluvia que nos quitaste.

37-39. »Si en este país nos llegara a faltar la comida, o nos atacaran enfermedades, o plagas de hongos, langostas o pulgón, escúchanos cuando oremos a ti. Y si los enemigos nos rodean o atacan a alguna de las ciudades de Israel, escúchanos cuando oremos a ti. Y cuando en medio de este sufrimiento cualquier persona o todo el pueblo de Israel levante las manos hacia este templo y ore a ti, escúchalo siempre desde el cielo, el lugar en donde vives. Perdónalo. Examínanos, y danos lo que cada uno de nosotros se merece. Sólo tú conoces verdaderamente a todas las personas.

Leer capítulo completo 1 Reyes 8