13. Luego les ordenó que le alistaran su burro y, cuando estuvo listo, se montó sobre el animal
14. y se fue a buscar al profeta de Judá. Lo encontró sentado debajo de un árbol grande, y le preguntó:—¿Eres tú el profeta que vino de Judá?Él le contestó:—Sí, soy yo.
15. Entonces el anciano le dijo:—Ven a mi casa, y te daré de comer.
16. Pero el profeta de Judá le contestó:—No puedo volver contigo ni ir a tu casa. Tampoco puedo comer pan o beber agua en este lugar,
17. porque Dios así me lo ordenó.
18. El anciano le dijo:—Yo también soy profeta, y un ángel me dio este mensaje de parte de Dios: “Lleva al profeta de Judá a tu casa para que coma pan y beba agua”.El profeta de Judá no sabía que el anciano mentía,
19. entonces se fue con él, comió pan y bebió agua en su casa.
20-21. Pero cuando estaban comiendo, Dios le habló al anciano profeta. Luego el anciano le dijo al profeta de Judá:—Dios dice que tú desobedeciste sus órdenes,
22. pues has vuelto, y has comido y bebido cuando él te lo había prohibido. Por eso, cuando mueras no serás enterrado en la tumba de tus antepasados.