10. Adonías no invitó a su hermano Salomón ni al profeta Natán, ni a Benaías ni a los soldados de David.
11. Entonces Natán le dijo a Betsabé, la madre de Salomón:«¿Ya te enteraste? Adonías se ha nombrado rey, y nuestro señor David ni siquiera lo sabe.
12. Voy a darte un consejo que puede salvar tu vida y la de tu hijo Salomón.
13. Tienes que ir a ver al rey David y decirle: “Su Majestad había jurado que mi hijo Salomón reinaría después de usted. ¿Por qué, entonces, está reinando Adonías?”
14. Y mientras tú estés hablando con el rey, yo entraré y te apoyaré».
15. Betsabé fue a ver al rey a su habitación. El rey ya era muy anciano, y Abisag, la muchacha de Sunem, lo atendía.
16. Betsabé se inclinó delante del rey en señal de respeto. El rey le preguntó:—¿Qué deseas?
17. Ella le contestó:—Su Majestad, usted me juró por su Dios, que mi hijo Salomón reinaría después de usted.
18. Pero ahora Adonías se ha nombrado rey, y usted ni se ha enterado.
19. Él ha matado toros, terneros y muchas ovejas, para hacer una fiesta, y ha invitado a los hijos del rey, al sacerdote Abiatar y a Joab, el general del ejército. Pero no ha invitado a Salomón, su fiel servidor.
20. Todo el pueblo está esperando que Su Majestad diga quién va a reinar después de usted.
21. Si Su Majestad muere sin anunciar quién reinará, Adonías nos matará a mí y a mi hijo Salomón.