Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 8:11-23 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

11. Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

12. Y les habló Jesús otra vez, diciendo: YO SOY la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida.

13. Entonces los fariseos le dijeron: Tú de ti mismo das testimonio; tu testimonio no es verdadero.

14. Respondió Jesús, y les dijo: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; mas vosotros no sabéis de dónde vengo, y a dónde voy.

15. Vosotros según la carne juzgáis; mas yo no juzgo a nadie.

16. Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy solo, sino yo y el que me envió, el Padre.

17. Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.

18. YO SOY el que doy testimonio de mí mismo, y da testimonio de mí el que me envió, el Padre.

19. Y le decían: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, a mi Padre también conoceríais.

20. Estas palabras habló Jesús en el lugar de las limosnas, enseñando en el Templo; y nadie le prendió; porque aún no había venido su hora.

21. Y les dijo otra vez Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, mas en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir.

22. Decían entonces los judíos: ¿Se ha de matar a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?

23. Y les decía: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.

Leer capítulo completo Juan 8